Familia de Cachorros Soro

“Cachorros Soro” viene del nombre que reciben los halcones cuando aún no han mudado su primera pluma, llamados halcones Soro. De la misma manera que para nosotros, los cachorros, son los futuros scouts, que están creciendo y aprendiendo para ser parte del grupo. Por esta razón se decidió nombrar así a nuestras familia de cachorros.

Normalmente la jefe que los dirige se llama Raksha, la formación que usan al momento de formar en grupo tiene forma de el círculo al la mano izquierda del Jefe de grupo, es cubierta por los Webelos y su jefe debe ir al centro. Los cachorros saludan con dos dedos pegados, esto como símbolo de que sus ojos y oídos aún no se han abierto, una etapa común en los cachorros de lobo en la naturaleza.

Dentro de la familia de cachorros, existen pequeños equipos llamados camadas, conformados por 3 a 5 cachorros, y son llamados como animales con diminutivos por ejemplo: Ardillitas, conejitos, perritos, entre otros. Sus adelantos consisten en insignias en forma de rombos con 5 colores, amarillo, violeta, rojo, verde y azul formando una estrella y se cosen en la manga izquierda de la camisa , su insignia mayor es el Gnomo dorado. El cuaderno que llevan tiene de nombre pegotero y se decora con pedazos de papel de colores, además, lo cachorros decoran una gran sabana, donde se plasma la historia fantástica que viven.

San Francisco de Asís

San Francisco de Asís es un santo italiano vivió entre el siglo XII y XIII que fundador de la orden franciscana, la orden de las claritas y una tercera orden de seglares. Es conocido por su inmensa compasión y predicasion de paz, incluso con los animales. Entre otras cosas ayudó a extender y difundir tradiciones como la de colocar un pesebre en navidad. Fue elegido como patrono de los cachorros y la manada en especial gracias a una historia que se cuenta en su libro “Florecillas de San Francisco Capítulo XXI” que se llama “San Francisco y el lobo de Gubbio”.

Cuenta la historia que un lobo enorme y muy peligroso merodeaba una ciudad llamada Gubbio, todos sus habitantes vivían con el temor constante de que aquel lobo los atacase, a tal punto, que debía llegar armado hasta los dientes. San Francisco de Asís, en una de sus peregrinaciones arribo a esta ciudad, y compadecido por el temor del pueblo decidió salir a enfrentar aquel lobo. Haciendo la señal de la cruz San Francisco dijo:

-Hermano lobo, en nombre de Jesucristo hijo de Dios, yo te mando no hacerme daño a mi o alguno de los habitantes de esta ciudad.

Sorprendentemente el lobo se acercó a él, se sentó, y dejo que San Francisco le acariciara la cabeza.

-Hermano lobo, tú que hiciste tanto daño a esta gente, creados a imagen y semejanza de Dios, te hiciste merecedor del terrible castigo de la orca, pero yo vengo para hacer la paz entre tu, y ellos. ¿Haras la paz?.

El lobo posa suavemente su pata sobre el regazo de San Francisco a modo de aceptación.

De esta manera San francisco lo llevó consigo a la plaza del pueblo, donde predicó y una vez terminada su predicación hizo prometer a todo el pueblo que no harían daño al hermano lobo y que lo alimentaria, y de la misma manera repitió la promesa del lobo, poniéndose él como fiador ante los ojos de Dios y del hombre.

El hermano lobo vivo dos años en Gubbio, donde era alimentado y paseaba pacíficamente sin temor alguno hasta que murió de viejo.